lunes, 15 de noviembre de 2010
EDITORIAL BICENTENARIO
EDITORIAL:"BICENTENARIO: UNA CONMEMORACIÓN PARA POCOS"Eduardo Sanguinetti, Filósofo Un intelectual puede tener muchas razones para comprometerse, sobretodo en este año del Bicentenario. Si estas razones son útiles paracontrarrestar amenazas, ayudar a la gente que sufre, para trazarnuevos rumbos en esta comunidad degradada, entonces los criterios sonmuy claros.Los intelectuales desempeñan también, un papel significativo en lacreación de la imágen de la actualidad, sin embargo, estos hanelaborado una versión bien diferente de sus específicas funciones,subordinados en todas las instancias al poder. En este período de la historia, más puntualmente en el año delBicentenario de la Revolución de Mayo, cierta "inteligentsia" se haconvertido, en amplia medida, en una especie de "clero secular" alservicio del poder y de las instituciones privadas del poder. Esta "inteligentsia" se presenta ante la sociedad como disidente,iconoclasta, independiente, haciendo pensar a la población que suposición es adversa al sistema. Un análisis apropiado de los hechosrevela que estas características se pueden aplicar sólo a unos pocosintelectuales que, por otra parte, son objeto de persecución, decalumnia, vilipendio o marginalización y en los países denominados deltercer mundo, simplemente se los suprime y elimina. La "inteligentsia" al servicio de este sistema creó una ideologíaexplícita para justificar los que fue llamado por Walter Lippmann:"fabricación del consenso" o "la planificación y manipulación delconsenso" de Edward Bernays. Dicho mecanismo es considerado de enormeimportancia en esta sociedad, llamémosla democrática, en la que elpueblo no puede ser controlado directamente por la fuerza o por laviolencia. Esta manipulación se efectúa a través de los medios denominados decomunicación y por las redes de la web, que son claves para lafabricación del consenso. Bajo diferentes modalidades se elabora unsistema de adoctrinamiento que penetra poco a poco al ciudadano y la"inteligentsia" desempeña un papel central en ello, aunque comosabemos subordinada al regimen que detenta el poder. Uno de los mecanismos más eficaces usados por la apropiadamentedisciplinada "inteligentsia", es el mecanismo de 'disentimientoaparente'. En este sistema se estimula la controversia, pero dentrodel marco de ciertas presuposiciones. Estas nunca se expresanabiertamente en un sistema de propaganda adecuadamente concebido, perodefinen los límites de lo que se considera una opción responsable. Es indudable que los intelectuales no son únicamente los que formulanproposiciones, sino también las "víctimas" más engañadas del sistemaideológico, sin ideología. Aunque con el tiempo logran obtener laposición de privilegio, ya que la memoria se debilita, y la mayoría dela población, que no experimentó directamente los hechos creados quedieron la "imágen de la realidad simulada" desde los medios decomunicación terminan aceptando la versión oficial, por temor, porolvido o simplemente por estar confundidos ante tanta basura puesta encalidad de "Historia Oficial".Es decir la historia es fabricada, desde los espacios de lainteligencia del Estado y por el periodismo genuflexo y mercantil,para relatar lo que se desea: "historia en ficción" y no la "historiareal" es decir lo que realmente"fue". Esta técnica de disidencia aparente, contribuye notoriamente a lafabricación del consenso, y generalmente tiene un éxito espectacular,ante hechos del presente muy reciente me atrevo a manifestar esto, sinrodeos.El resultado es la destrucción de de toda práctica de disidencia y laimposición del consentimiento pasivo y del conformismo a presión, quealcanza niveles aterradoramente notorios. ¿Cómo es posible todo esto?: Una larga experiencia de censura, derenunciamiento, de persecución a mi persona en calidad de intelectualindependiente y de exilio interior, me hacen no poder dejar de abarcarestas gravísimas cuestiones, que aniquilan los derechos a la libreexpresión, a los derechos humanos fundamentales y a que una comunidadenfundada en el miedo viva en verdad y libertad, paradigmas quesustentarían lo real de celebrar el Bicentenario de una Revolución. Sería necesario e indispensable escribir un libro para describir cómoun intelectual independiente, está condicionado y amenazado enArgentina, cómo se le quiere imponer el silencio cuando sus ideas, suobra, su vida misma son molestas y peligrosas para quienes detentan elpoder, aún en celebración del Bicentenario. Esta serie de exilios, devenidos por resguardar la integridad física eintelectual, esta posición marginal del discurso, determinan unapoética y una patética del intelectual independiente: una pérdida derealidad inmensa, una situación donde las ideas se tienden entre dospolos extremos: entre el trabajo de la idea que absorbe la acción o,por otra parte, la acción que absorbe la idea vuelta imposible. Salvosi en la conmemoración de una Revolución en sintonía de dos siglos laLibertad y la Verdad son la norma. Una política nutrida de estremecimiento frente a una realidad que setransforma sin cesar en irrealidad, un despliegue a una posición alborde del silencio y una tendencia a la ficcionalización permanente delo real. En el terreno en el cual se colocan los discursosindividuales, cualesquiera que sean...incluso el mío en este memorableaño del Bicentenario
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